Cuando todos duermen...
Cuando el último portal se apaga después que aquella adolescente entre de puntillas, casi sin rozar el suelo del silencio
cuando la brisa de medianoche arrastra el avión de papel que aterrizó hace horas
cuando la lucha solo existe debajo de aquella sábana azul
el tic tac acelera tu corazón, no consigues dormir.
Cuando los besos saben a ron las caricias olvidaron la palabra inhibición y sus labios secos se impregnan de olor con las últimas caladas de esta noche no consigues dormir.
Y es que cuando todos duermen, tus ojos cansados se pierden en la oscuridad infinita intentando encontrar aquel sueño que te dejará dormir incluso en ese momento en el que la noche roza al día.
Cuando los besos saben a ron las caricias olvidaron la palabra inhibición y sus labios secos se impregnan de olor con las últimas caladas de esta noche no consigues dormir.
Y es que cuando todos duermen, tus ojos cansados se pierden en la oscuridad infinita intentando encontrar aquel sueño que te dejará dormir incluso en ese momento en el que la noche roza al día.
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